Para mí, el rosa no es solo un color, es una sensación. Evoca sueños, ternura, romanticismo y un toque de rebeldía. Es un color que me transporta a un mundo de posibilidades infinitas.
Me encanta usar el rosa en mis ilustraciones para crear atmósferas mágicas y personajes dulces pero con carácter. Es un color que me permite explorar mi lado más femenino y creativo. Además, desde la película de Barbie está super de moda.
El rosa también es un color que me conecta con mi infancia. Recuerdo mis primeros dibujos, llenos de flores y corazones rosados. Era un color que me llenaba de alegría y me hacia sentir libre.
En la actualidad, el rosa sigue siendo uno de mis colores favoritos. Lo utilizo en mis ilustraciones para crear un lenguaje visual único y personal.